Desde que en 1936 tomó las riendas del poder, Franco comenzó a gobernar y no dejó de hacerlo en España -primero en una parte del territorio nacional y luego en el país entero- hasta pocos días antes de su muerte. Fue Jefe del Estado por las leyes promulgadas bajo su mandato, con poderes de prerrogativa excepcionales reservados por y para él mismo, hasta el momento de su fallecimiento, si bien ante la gravedad de su enfermedad y en consideración a su imposibilidad de ejercer directamente el poder, el Gobierno acudió por segunda vez al recurso del artículo 11 de la Ley Orgánica del Estado, encomendando la Jefatura del Estado en funciones a su sucesor a título de Rey, en lugar de declarar su incapacidad, procedimiento más largo y doloroso.
(Manuel Fernandez Leal. Director de "La Actualidad Española". Nº fuera de serie, año 1975).
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