Al Generalísimo le molestaba la idea de vencedores y vencidos.

Al Generalísimo le molestaba la idea de vencedores y vencidos. Al contrario, el quería que los españoles estuvieran siempre todos unidos. Lo que pasa es que aquello de la guerra fue muy duro. Para vencidos y vencedores. Y si bien es verdad que estos se sentían con derechos sobre los rojos derrotados, que eso es una realidad innegable; también es cierto que los vencidos no perdonaban la derrota.

Todo esto es muy es muy complicado. Pero el Caudillo no inventó lo de vencedores y vencidos. Esto era una realidad. Sangrante, injusta, como se quiera, pero era una realidad que estaba ahí, en la calle, en los hogares, en todas partes.

La reconciliación no fue posible. Sobre todo en los primeros años. Luego se fue olvidando. Hasta que los aliados ganaron la guerra y empezó don Juan con sus declaraciones y los rojos querían invadir España otra vez. Infelices. ¡Como si mi hermano se chupara el dedo! Y más tarde, pues ya se sabe, cuarenta años de paz, que se deterioraron a última hora con las dichosas aperturas, las asociaciones, todo eso. Yo lo veía venir. A partir de entonces, aquellos de vencidos y vencedores se recrudeció. Hoy están en la calle falangistas y comunistas, zurrándose la badana como antes. Y lo que vendrá después...

Las cosas estaban olvidadas, pero ahora con la "memocracia" marxista ha renacido el odio, mucho peor que en el treinta y seis. Todo se ha desquiciado.
Yo soy partidaria de que todos nos amemos y trabajemos por esta España y de que la saquemos de esta crítica situación.
¡Ya está bien de rojos y azules!

(Fragmento del libro "Nosotros los Franco" (Pilar Franco), editorial Planeta 1980.